En esta ocasión quiero hablaros de la autoconfianza, una pieza clave en todo proceso de crecimiento y cambio.
Hablamos de la importancia de la relación de confianza entre el coach y su coachee, pero en realidad la base del verdadero cambio y del verdaro avance en el camino, la llave de tu transformación, está en tu autoconfianza. Esa fe que seas capaz de depositar en ti mismo.
Es normal, cuando nos enfrentamos a un proceso de cambio que nos requiere ciertos esfuerzos, experimentar ciertas dudas... pero lo crucial es que nuestros miedos no superen nuestras ganas de avanzar, y que ante todo seamos capaces de creer en nosotros mismos.
La autoconfianza es una fuerza que nos nace de dentro y es capaz de obrar milagros allá fuera.
Si ante cualquier dificultad eres capaz de pararte un momento a recordarte que crees en ti y que puedes hacer frente a los obstáculos, bien porque tienes recursos para ello, bien porque tienes la actitud necesaria para desarrollar esos recursos, entonces tendrás más de la mitad del camino recorrido.
Si la actitud que adoptas es de derrota anticipada y eres la primera personas en desconfiar de tu capacidad, será difícil que otros crean en tí.
Por eso antes de iniciar cualquier camino, dedica un momento a recordarte que crees en ti, a decirte que estás contigo. Tu autoconfianza puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso.
Además, cuando sepas confiar en ti mismo, serás capaz de confiar también en otras personas con libertad.
Por eso trabaja tu autoconfianza, y si sabes reconocer que es un elemento débil en ti, intenta reforzarlo trabajándolo a diario. Recuérdate que debes darte responsabilidades y confiarte a ti mismo la capacidad de resolverlas. Repítete que puedes con ellas, y comprueba cómo lo logras.
Poco a poco te darás cuenta, de que realmente confiar en uno mismo es el mayor de los aciertos.
No pretendas, si te cuesta hacerlo y la autoconfianza no es uno de tus puntos fuertes, empezar a trabajarla con objetivos muy altos.
Proponte pequeños pasos, pequeñas responsabilidades en las que vas a decidir creerte capaz, y luego felicítate por haberlo sido.
Así, tu sentimiento de valía personal irá creciendo y cada vez te sentirás más libre de creer en tí para desafíos de mayor embergadura.
Todo lo difícil se consigue poco a poco. Es mucho mejor dar pasos firmes y seguros que querer correr y tropezar demasiado pronto.
Por eso a partir de ahora intenta trabajar tu autoconfianza, y verás como todo lo que emprendas creyendo más en ti y en tus posibilidades en lugar de proyectar hacia fuera los tanto las obligaciones como los méritos, te hará sentir mucho más pleno contigo mismo, y te hará disfrutar de una mayor sensación de desarrollo personal.
Patricia G.